¡Namo Gurú!

El realizado Siddha Sumpa Lotsawa Darma Yönten viajó a India, y realizó amplios estudios en los más importantes sistemas del mantra secreto. Justo antes de retornar a Tibet, el llevó sus reservas de oro para ofrecerlas al gran monumento a la Iluminación, en Bodhgaya. Cuando estaba circunvalando esta estupa, dos mujeres, una de color rojizo y otra de color azulado, también estaban circunvalando la estupa; a veces parecía que se elevaban hacia el cielo, y otras parecía que estaban andando por el suelo.
Entonces la mujer azulada dijo a la mujer rojiza: "La pasada noche me sentí mentalmente inquieta; me sentí como yendo a alguna parte. Yo espero que esto no sea una premonición de mi muerte, pues me aterroriza morir."
Tras exclamar esto, ella le hizo a su compañera cuatro preguntas.


A esto, la mujer rojiza, echando miradas de soslayo al Lotsawa, respondió a su compañera como sigue:
1. "Si tú tienes un sentido de abandono, oh señora, todo lo que hagas te traerá felicidad. Tu mente sufre porque carece de esta cualidad del abandono.
2. Si tu mente permanece donde está, oh señora, estará bien aunque estés viajando. Tu mente sufre porque no puede permanecer donde está.
3. Si tu mente está vuelta hacia el Dharma, oh señora, puedes morir con tranquilidad. Tu mente sufre porque habitualmente no está vuelta hacia el Dharma.
4. Si tú has reconocido tu mente como no nacida, oh señora, no habrá muerte. Tu mente sufre porque has fracasado en el reconocer a tu mente como no nacida."


Se dice que ella respondió a su compañera con estas cuatro afirmaciones.
Se dice que a partir de este momento, Lotsawa superó su tristeza, y las prácticas que él había aprendido en el pasado se hicieron efectivas, y surgieron realizaciones extraordinarias en su mente.

Lo siguiente es la introducción a esta práctica:
"Se ha enseñado que si tú tienes un sentido de la aceptación, tú permaneces contento cualquiera que sea el grado de recursos materiales que puedas disfrutar, de forma acorde con el potencial kármico que hayas acumulado. No envidiarás la prosperidad de otros, y estarás seguro de que las circunstancias inmediatas que experimentas, sean felices o penosas, no serán un peso en tu corazón.
Es necesario reconocer la naturaleza de tu propia mente, guardar tu propio lugar, y alcanzar la libertad sobre la base de las bendiciones de los maestros espirituales, y sobre la base de aplicar técnicas especiales de meditación.
La fusión de tu mente con el Dharma es esta consciencia tuya muy lúcida; es vital que tú reconozcas su verdadera naturaleza.
El realizar la mente como no nacida es el realizar su originación, y cesar su muerte. La realización en la que ya no diferencias más entre la verdadera sesión de meditación y los periodos posteriores en cuanto al conocimiento de la mente como libre de originación, cese, y permanencia- esta realización no tiene muerte."
El linaje de esta enseñanza es que la sagrada Vajravarahi y las dos Taras la revelaron a Sumpa Lotsawa; él al gran Siddha Tsotrangwa; él a Khenchen Chöje; él a Ritrö Rechen; el a Prajñabodhi; él a Dönshakpa Buddharatna; él a Kirtisila; él a Chöje Gyalwa Sangpo; él a Chöje Sonam Rinchen; y él a mí, Könchok Bang.

Traducido por Thubten Jimpa.

Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.