En sánscrito: Mahakarunikakubakyastohradhishtana.

La Alabanza Lamentándose, Dotada de Bendiciones, al Gran Compasivo.

¡Yo me postro ante el Bodhisattva Avalokiteshvara!

1) Gran Compasivo, Noble Avalokita, insuperable en forma, con el color inmaculado de una concha; Tú embelleces el centro de un disco puro y luminoso de luz lunar, como la brillante luz de miles de soles.

 

2) Héroe que irradia una inmensurable luminosidad, Maestro renombrado como el Guía de los tres niveles de la existencia, el Único Amigo de todos los seres, Amoroso Protector, Compasiva Deidad, ¡Por favor, piensa en mí!

 

 

3) Yo, desde un tiempo sin principio ni final, me he perdido en los caminos erróneos, vagando en la existencia del samsara. Yo confieso todas las acciones erróneas y dañinas que he cometido; y me arrepiento de todas las equivocaciones cometidas.

 

 

4) Debido al increíble poder de semejante karma, yo he estado hundido en el océano del sufrimiento del samsara. Los abrasadores fuegos de la ira han quemado mi continuo mental; la oscuridad de la ignorancia ha nublado mi inteligencia.

 

5) Mi consciencia está hundida en el océano del deseo; yo estoy ahogado en los reinos inferiores debido a la montaña del orgullo; estoy confuso en el samsara debido al huracán de la envidia; estoy fuertemente atado por los nudos del egocentrismo.

 

6) Yo he caído en el pozo del deseo, repleto de rocas fundidas; el barro del feroz sufrimiento cae como la lluvia. El fuego del sol abrasador quema desde lo alto, y el agua que humedece la tierra envía frio desde abajo.

7) Fuera, la poderosa brisa sopla caliente desde todas las direcciones; el viento que perturba todo, surge desde dentro. Aunque pienso que este sufrimiento es extremadamente difícil de soportar, ¿Cómo podría renunciar a la deidad con la que yo me he comprometido?

 

 

8) Por lo tanto, yo lucharé contra este sufrimiento para mantener mi compromiso; y con una fe llena de devoción, no te abandonaré. Así pues, Noble Protector, ¿En qué estas pensando que no ayudas a los seres? Protector que me cuidas, ¿Por qué no me amas?

 

 

9) Yo, y otros como yo, somos locos ignorantes proclives a transgredir. Debido al poder de mi karma, yo nací en esta Edad Oscura. Yo me arrepiento de todo esto, y estoy muy cansado del karma, pero aunque pienso con este desencanto, no puedo evitar el momento de mi karma.

 

 

10) La fuerza del karma es como la corriente de un rio, ¿Cómo podría uno, en un instante, hacerle dar la vuelta? Aunque yo he entrado en las Enseñanzas, soy incapaz de morar en ellas. Mi cuerpo, habla y mente han sido dominados por las malas acciones; mi consciencia, la hija de los sentidos, está agonizante debido al fiero y poderoso fuego de las acciones negativas. Este cuerpo ilusorio de los agregados no puede resistir esto; ¡Oh, Compasivo! ¡Oh, Señor Amoroso! ¿Puedes soportarlo Tú?

11) Tu rostro compasivo resplandece con la luz del Sol y la irradiación de la Luna. Aunque me esfuerzo en verlo, mis ojos están cegados por las cataratas de una ignorancia a la que no se le conoce el principio.

 

 

12) Protector de los Seres, ¿Dónde estás ahora? Terriblemente aterrorizado, yo tiemblo de miedo. Quejándome con este triste lamento, lloro por ti con desesperación. Amoroso, Compasivo Protector ¿Me oyes?

 

 

13) Un día, en la hora de la muerte, cuando mi mente y mi cuerpo se separen, yo dejaré a mis amigos, y seré llevado por el Señor de la Muerte, sin ser acompañado por ninguno de aquellos que fueron íntimos para mí en este mundo

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14) Por el poder del karma, yo, y aquellos como yo, vagamos solos. Si en ese momento, no tengo ningún refugio, Amoroso Protector ¿Me dejarás volver al samsara?

 

 

15) NAMA ARYAPALO.

Aquellos como yo, que están atormentados por el karma, hemos estado equivocados con respecto a la verdadera naturaleza de las cosas desde un tiempo sin principio. Sin liberarse de los tres reinos del samsara, el ciclo continúa a través de incontables nacimientos.

 

16) Los cuerpos que yo he tenido son innumerables; puestos juntos, el volumen de su carne y de sus huesos sería tan grande como este mundo. Su pus y su sangre llenarían la inmensidad de los océanos. El karma que han acumulado está más allá de lo imaginable. Aunque mis nacimientos y muertes en los tres reinos del samsara han sido ininterrumpidos, todo lo que yo he hecho ha sido sin sentido y derrochado. Si de entre todos estos ilimitados nacimientos, en tan solo uno yo me he esforzado en obtener el insuperable logro de la Iluminación, solamente esta sería una acumulación de acciones correctas.

17) ¡Ay! Sin embargo, el poder del karma es fuerte, y las aflicciones mentales son poderosas. Yo sigo vagando solo en el samsara, en cuerpos de carne y sangre; atrapado en la prisión de los tremendos sufrimientos de la existencia.

 

 

18) Todas estas dolorosas formas de sufrimiento, han venido debido al karma generado por mis acciones negativas. Por lo tanto, ¡Oh, Gran Compasivo! Por favor, ¡Cambia este viento del doloroso karma!

 

 

19) Puesto que este viento del karma es tan fuerte, y podría hacerme vagar para siempre en la oscuridad de la ignorancia, ¿Por qué no me miras con los brillantes rayos de Tú sabiduría, que son como una antorcha? Puesto que estos resultados de las acciones negativas son tan insoportables, Gran Compasivo, ¿Querrías ayudarme con Tu actividad de Buda?

 

20) Puesto que estoy torturado por la insoportable enfermedad de los tres venenos, ¿Por qué no me sanas con la medicina de Tus compasivos medios hábiles? Puesto que yo he caído en el barranco de los puntos de vista erróneos, ¡Oh, Compasivo! ¿Querrías sacarme rápidamente dándome Tu mano? Puesto que el fuego de los terribles sufrimientos del fuerte karma me está abrasando, ¿Querrías dejar caer la lluvia refrescante de Tu compasión?

 

 

21) Porque si he de languidecer en los tres reinos del samsara, dejando que mis resultados kármicos erosionen las acciones que los han causado, ¡Oh, Compasivo! ¿Qué necesidad habría entonces de llamarte? Si Tú permites que los seres sintientes extingan su propio karma, ¡Oh, Noble! ¿De qué sirve Tu compasión?

 

 

22) ¡Oh, Supremo! Si Tú verdaderamente posees el poder de la compasión, no permanezcas ocioso, perezoso o indiferente. Te llamo desde lo profundo de mi corazón- míranos, ¡Oh, Compasivo, oh, victoriosa deidad!

 

Esto finaliza la “Alabanza lamentándose, dotada de bendiciones, al Gran Compasivo”, compuesta por Chandrakirti, un maestro en los cinco campos del conocimiento.

 

Trad, al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.