ENSEÑANZAS SOBRE EL BARDO POR GYETRUL JIGME RINPOCHE
PARTE n ° 1
GJR: Diseñamos nuestra maneras de cómo vamos a recibir las enseñanzas o de cómo nos gustaría que las enseñanzas fueran. De forma que venimos aquí con un algún tipo de idea prefijada de cómo nos gustaría recibir esta enseñanza. El peligro es que en vez de recibir u obtener la enseñanza o charla, quizás terminemos oyendo nuestro propia versión distorsionada de ellas. Usualmente decimos “amo esa charla, me hace feliz, es algo que realmente necesito. Es exactamente lo que esperaba. Me hace sentir bien.”.
Por eso a veces me pregunto, “a fin de cuentas, ¿para que oímos?”. Muchas veces no estamos listos para escuchar. Si estamos tan obsesionados con preocupaciones de la mente, nos hacemos preguntas e instantáneamente tenemos las respuestas. Por ello es muy bueno escuchar. Por eso, estas dos tardes el tópico es uno muy importante. La temática es también complicada, muy compleja. Es tradicionalmente estudiado, practicado y utilizado cómo una manera de entender nuestro estado de ser fisiológico y psicológico.
Hoy en día la palabra Bardo se ha convertido en algo popular en occidente. Hay muchas traducciones disponibles, muchos libros disponibles, también, de forma tal que no es algo que resulte ser exótico. Bardo, básicamente, significa “espacio entre dos cosas”. Un “espacio” que sucede todo el tiempo en nuestra vida. Un estado de incertidumbre, entre una cosa y la otra. Entre inhalar y espirar hay un “espacio”. Entre el último pensamiento y el siguiente hay un “espacio”. Entra la noche anterior y la mañana siguiente hay un espacio. Entonces si observamos a nuestro estado físico, psicológico y emocional, frecuentemente nos encontramos con un “espacio”. El estado de incertidumbre, el estado de inseguridad es básicamente un “espacio”. Y un “espacio” no es justamente un estado feliz. Un “espacio” es un signo de incertidumbre sobre lo podría pasar en el momento inmediatamente siguiente. Un “espacio” nos muestra que no estamos en control del momento presente. Un “espacio” es un signo de las cosas deslizándosenos. Así que, por supuesto, entre esta vida y la próxima vida hay un “espacio”, allí también hay un bardo, en el término generalmente común, se conoce cómo el estado intermedio la vida entre la anterior y la siguiente. Entonces, básicamente, en tanto no estamos en el momento presente, así estemos pasado o creando el momento siguiente. Así que por tanto estemos en ese estado, por ese tiempo, estaremos en el Bardo. En orden de estar en el momento presente uno debe tener atención consciente.
Cuando hay atención consciente hay una sensación de estar despierto. Cuando la sensación de estar despierto, atento, no hay obstrucciones. No hay obstrucciones al momento presente.
Por eso, lo que están experimentando en este momento es una experiencia desnuda, completa y directa de lo que es el momento presente. Entonces en ese momento no hay “espacio”, no hay Bardo. Porque en orden para que haya Bardo tiene que tener un pasado o un futuro. O debe tener ése estado que no es ni pasado, ni futuro y es un estado muy confuso. Por lo tanto confusión es incertidumbre. Cuando estamos atentos, no hay confusión, no hay incertidumbre. Por lo tanto, podemos decir que en cualquier momento, en todo momento, o en toda situación, en toda circunstancia en la que haya falta o no hay sensación de atención consciente, hay ausencia de atención consciente, ausencia de una mente despierta, entonces todo el resto desaparece y ese estado confuso es llamado Bardo.
Entonces, una mente despierta significa un estado de no-Bardo, no hay un período intermedio, no hay confusión. Esa es la razón por la que Bardo un asunto muy importante de entender y también porque Bardo tiene una connotación negativa. Esto es por la incertidumbre por la confusión. Y estar confuso es doloroso. Estar en un estado de incertidumbre no es muy divertido. Por eso, lo que importa es que un estado mental confuso, un estado mental con incertidumbre, o un estado situación de incertidumbre, es, de hecho, una situación de Bardo. Así que, de esta forma, hay diferentes tipos de Bardos, más precisamente seis tipos de Bardos.
Tres de los seis bardos, los primeros, describen los momentos/etapas de la vida y los otros tres describen los momentos/etapas de la muerte.
Por eso, antes de que hablemos de la muerte y del proceso del morir, renacimiento y demás, es importante que nos focalicemos en el vivir. Cómo preparamos mi muerte y el morir es también cómo manejo mi vida. También puede significar en cómo acercarnos a la muerte y el morir significa cómo esta relacionado de cómo nos relacionamos con esta parte de viva de nuestra vida. Así que toda la cuestión pasa por esta parte de nuestra vida, que es el período vivo, desde el nacimiento hasta el momento de nuestra muerte.
Vivir miserablemente, muriendo miserablemente. Vivir es la clave. Si la vida se convierte en algo repleto de quejas; algunas personas sienten algo así cómo presión, cómo si estoy siendo forzado a respirar, por ejemplo.
Prepararse para la muerte y el morirse no significa pensar en ello todos los días. No nos hace para nada mejores. ¡Ya estamos muertos! Así que, ¿para qué estar doblemente muertos?
Hay mucha gente que cuando se pone a hablar de la muerte y de la manera de morir se instala en un estado de ánimo de gran seriedad y toma muy a pecho todo lo que se dice e intervienen ciertas emociones y estados de tristeza; tantas cosas ocurren que en definitiva lo que hacen es reducir ese tema.
¡Porque vayamos a morir, no implica que dejemos de reírnos! La muerte en si misma es medio deprimente, así que ¿Por qué hacer todo el proceso una depresión? Por eso, todo el punto es que hay que reírse todos los días, hasta el último momento. La muerte se convierte en algo más llevadero. En lugar de algo pesado, deprimente y llorando todos los días. Tu familia y amigos no te van a tomar en serio si lloras todos los días por el ir muriendo. Y cuando llegue el verdadero momento del morir, nadie va a tener ganas llorar de todas maneras mas. Así que, bueno, el vivir es la parte más importante, desde el nacimiento hasta el momento de nuestra muerte, ése es todo el punto. La parte mas importante es la parte de la vida. Cómo lo manejamos, cómo nos preocupamos, cómo nos hacemos cargo, cómo manejamos nuestra parte de vida.
La última vez que estuve de visita hablé sobre el propósito básico de la vida, creo que hablé un poco sobre ello. Una vez más quisiera recordarlo. Ya sea que lo veamos o no concretamente, estemos o no de acuerdo concretamente, consciente o inconscientemente; todo el propósito de la vida se construye alrededor de desear ser felices. Podemos dar diferentes razones de porque hacemos cosas en la vida; todos estamos dispuestos a hacer grandes cosas en relación a tolerar y tener paciencia en el momento del trabajo duro, y, ¿Qué es lo que está detrás de todo este esfuerzo? Empezamos nuestra vida en la infancia, tratando de aprender la mayor cantidad de pequeños trucos que podamos, cómo hace toda la gente; desde aprender a beber agua del un vaso hasta cómo utilizar tenedor y cuchillo. Todas estas pequeñas cosas debemos aprender mientras crecemos, cómo una gran fuente de conocimiento para nosotros. Lo que nos brinda una sensación de contento de poder manejar las cosas. La primer palabra que pronunciamos, la primera oración que aprendemos, todo esto es una manera de buscarnos a nosotros mismos; así, mientras envejecemos vamos aprendiendo muchos otros trucos en la vida, esto se llama educación, religión, trabajos, etc. Todo esto, no necesito entrar en detalle, pero detrás de todo esto hay un deseo de asegurar algo. De forma que, tener un lugar adonde dormir, adonde trabajar, adonde encontrar esposo/a, tener hijos, y hasta, incluso, encontrar el Dharma, yoga, meditación, hacerse vegetariano, toda esta sensación de querer lograr algo bueno, algo lindo, de asegurar algún significado, básicamente, eso es lo que estamos haciendo en toda nuestra vida. Incluso hasta el punto de estar loco, triste, desilusionado, incluso detrás de todo esto esta el propósito de asegurarnos algo bueno, básicamente. Por ello, podemos decir que todo lo que hacemos en la vida, el actual propósito es tratar de ser felices y no tratar de ser infelices. No hay absolutamente ningún propósito en deliberadamente tratar de buscar ser infelices. Así que fundamentalmente hablando somos por naturaleza amantes de la paz, amantes de la felicidad.
“Amor” no dije, no aún. El amor aparece de todas maneras…y actualmente viene gratis…así que los problemas también vienen gratis…Es gracioso, tenemos que poner tanto es fuerza en este “amor”, pero también todos los problemas viene gratis. ¡¡Compre uno, tenga otro gratis!!
Esta búsqueda de paz, búsqueda de felicidad, es nuestra base fundamental, nuestra naturaleza fundamental. Este tipo de naturaleza de búsqueda de paz fundamental, felicidad fundamental no puede ser, actualmente, terriblemente mala. Y porque está en la base fundamental de nuestros ser es que hay un verdadero sentido de paz amorosa, y naturaleza de felicidad amorosa; por ello, la felicidad última es posible, por ello, la iluminación última es también posible, en el caso de budismo. La felicidad interna, la paz interna es viable, es posible principalmente por nuestra naturaleza, fundamentalmente basada en nuestra naturaleza pacífica y felizmente amorosa. Este es un punto muy básico que todos debieran entender. Porque esta paz interior, felicidad interior es posible, hay paz externa, felicidad externa y es posible. Entonces el caso de que si de alguna forma nuestra naturaleza no fuera la sabiduría, no fuera buscadora de felicidad, supongamos que nuestra naturaleza fundamental fuera la agresión, odio; entonces no importa cuanto y cómo lo intentemos, nunca podremos dar a luz esa sensación interna de paz, sensación interna de felicidad. Entonces, por ejemplo, si sonreír, o reír, no fuera algo innato, parte de nosotros, no podríamos forzosamente hacerlo. Imposible. Alterar las circunstancias. Realmente no podemos forzar a alguien a sonreír. Si forzamos a alguien a hacerlo, entonces no es natural. Pero el poder, la habilidad de sonreír, es inmanente en esa persona. Por ello, cuando traemos una flor crea esa sonrisa. No es la flor por si misma la que está forzando, creando las circunstancias, la flor es tan sólo la causa, tan sólo la condición. La verdadera habilidad de sonreír, abrazar está inmanente en esta persona, en ése ser. De otra forma, da una flor o un arma, da igual, no hace ninguna diferencia. Así es que, por esa naturaleza básica es que el budismo habla de luz y luminosidad, sabiduría e iluminación. Todo es posible de alcanzar, lograr por la naturaleza básica y fundamental de nuestro ser tiene esa semilla. Cuando buscamos la felicidad, hay dos clases. Una, que es mayoritariamente externa, más que todo física, y relacionada con el campo sensorial. El campo sensorial es algo que todos experimentamos todo el tiempo, algo que apreciamos y disfrutamos todo el tiempo. Vista, sonido, gusto, tacto, olor a través de nuestros órganos sensoriales, conectando a las sensaciones de los sentidos, desarrollando la percepción de los sentidos, entonces los sentidos de las sensaciones, y luego, placer, displacer, basado en un sentido sensorial. Cuando desarrollamos, experimentamos este nivel sensorial de placer o de felicidad, hay una relación cuerpo-mente, siempre. Esta relación es interdependiente. En el nivel de sensación de placer sensorial, el más dominante es la vista, la vista a un nivel físico. De allí, ya basados en aquellas sensaciones sensoriales de contacto o información o sensaciones que dan nacimiento a emociones, de apego, enojo, odio, todo tipo de emociones que surgen. La vista emocional, la vista mental, pueden estar relacionadas con la sensación física, o en algunas ocasiones se pueden volver independientes de ello. Hay algunas ocasiones en las que el proceso emocional-mental es dominante, y por tanto puede dar capacidad de alterar condiciones físicas. Vemos que hay un juego interdependiente, una interacción entre el cuerpo y la mente. En este punto, la mente a la que nos referimos es una mente muy grosera, es un tipo de conciencia muy concreta, mas obvio. Por eso es muy visible en la manera de una forma física. Lo que está disponible para nosotros, cómo normalmente interactuamos entre nosotros, mayormente en el nivel de esta mente grosera, esta emoción grosera. Desafortunadamente, a veces quedamos estancados con cuestiones en este nivel de grosero de emociones, nivel grosero de la mente, y entonces hace que observemos mas singularmente cómo animales. Este sentido grosero del sentimiento, sentido grosero de la mente, en relación con el sentido sensorial del placer, todos lo tenemos. Por otro lado, la diferencia entre humanos y animales es que la mente humana no se siente satisfecha, no siente q es suficiente en un nivel grosero de interacción, por la tanto esta continuamente buscando mas elevados niveles de satisfacción, de significado, de paz, felicidad o de lo que sea cómo deseen llamarlo, siempre hay la tendencia de buscar algo superior. Esto muestra que la mente humana no es simplemente satisfecha con un nivel grosero de satisfacción sensorial.
Así que, por lo tanto, el segundo nivel de búsqueda de felicidad no es necesariamente basado en la búsqueda de las emociones sensoriales. Esta más enfocado para nosotros en el estado mental de paz, de felicidad. De forma que, para desarrollar un estado de paz emocional, estabilidad emocional, felicidad emocional tenemos que ir más allá de la mera sensación física. Si miramos a la consciencia, a la mente, es una diferente capa, menos grosera y entonces encontramos niveles más y más sutiles. Por ejemplo, cuando estamos envueltos en el placer sensorial, ése es un tipo de consciencia, un tipo de mente muy grosero. Entonces, aparte de la referencia física está la mente emocional, otro nivel de la mente. Por ahí, emocionalmente estemos en un estado de tristeza, enojo; ése es otro nivel de estado mental. Entonces, cuando meditamos, por ejemplo, encontramos la manera de separar a le mente de sus emociones mas groseras y así encontramos una mente mas refinada que surge, que nos muestra un estado mas estable, mas calmo. De allí, que cuando la mente meditativa se vuelve mas y mas fuerte, mas y mas estable, lo que vemos es que provee un sentido básico de placer, de paz, de felicidad que no necesariamente es dependiente del estímulo de la sensación física.
Vemos que la mente se torna mas y mas refinada, porque cuanto mas esto, menos dependiente de una sensación física alterada, esto es muy claro. Luego de un tiempo, no es solamente ausencia de violencia o de agresión, agitación, pero también un acrecentamiento de compasión y bondad, sabiduría. En la ausencia de agitación, de agresión, de miserabilidad, y demás; en la ausencia de esto, porque hay la posibilidad de desarrollo de un sentido de bondad, de compasión, de sabiduría. Significa, que lógicamente hablando, estamos acercándonos más y más a esa naturaleza básica de la mente. ¿Naturaleza de quien es? De una naturaleza de amante de la paz, amante de la felicidad. Y por ello, en la ausencia de agitación, enojo, somos capaces de producir alegría, dicha, compasión. Por ejemplo, si alguien es puesto en una habitación vacía, sólo. Esa persona puede ponerse y reaccionar ansiosamente, con miedo de estar sola. Cuando una persona esta reaccionando de una manera incómoda, en este estado de estar sólo, en una habitación vacía, esta todavía muy atado a ese nivel grosero de la mente. A ése nivel grosero del ambiente físico circundante. Por otro lado, otra persona podría instantáneamente sentir paz, instantáneamente sentir apreciación y dicha por estar sólo en una habitación vacía. Esa persona, nuevamente, se esta relacionando con un nivel mental diferente.
Oí que alguien se sentía extremadamente solo de estar a solas, otros encuentran deleite de estar a solas. Son dos diferentes cosas. Sentirse solo y estar a solas son dos cosas diferentes. Estar a solas se puede disfrutar, uno no esta extrañando, ni anhelando nada. Estar solo uno puede estar rodeado de doscientas personas y aún así sentir que uno anhela algo. Por esto es que vivimos en una ciudad de millones de personas y aún así sentirnos solos. Es realmente algo extraño cuando oigo que alguien dice “me siento solo”. Es un estado mental diferente, y de una manera última, más allá del sentido de sabiduría o bondad o compasión, así que el mas fino nivel de la mente, la mente del despertar, completamente despierta es llamada luminosidad, básicamente. Esa es una mente completamente despierta, lo mejor de la mente, en donde no hay un sentido de una mente grosera esta presente en ese momento. Todo punto de referencia ha desaparecido. Cuando Buda alcanzó la iluminación sucedió algo cómo eso. Estaba andando por un camino y alguien lo vio y notó el aura llena de brillo, llena de vida, llena de luz en esta persona. Entonces esta persona corrió hacia él y le preguntó, ¿eres un dios?, y Buda le respondió, “no, no soy dios”. Entonces debes ser un ángel, replicó. “no lo soy”, contestó Buda. Pero entonces, ¿quién eres?. “Estoy despierto”, afirmó Buda. Eso es algo muy hermoso para reflexionar. Simplemente dijo “Estoy despierto”. Definitivamente no durmiendo la siesta. Así que podemos ver, lo que el quiere decir con estar despierto es que la mente despierta es la mejor parte de la mente. No tiene más interdependencia. Por lo tanto, aquello que no renace es aquella parte mas refinada de la mente; la luminosidad no esta sujeta al renacimiento. Ahora, estar despierto no significa dejar de vivir, estar iluminado no significa dejar de vivir.
Aquello que renace, aquello que nace, que envejece, que se enferma, lo que muere, lo que nace nuevamente, y continuando el ciclo de renacimientos es la mente grosera, la mente kármica, la mente habitual. Esto es lo que funda la base de causas y condiciones, causa y efecto. De algún modo, no hay distintas mentes dentro de una persona, imposible. Es la misma mente, distintas capas. Por eso la mente más sutil esta obscurecida cuando moramos en la mente más obscura, cuando estamos habituados a ser dependientes de la mente grosera, y esta tiene una tendencia habitual, una impresión. Esto es lo que esta sujeto a las causas y condiciones. Y esto es lo que esta sujeto a la interdependencia. Uno que despliega un claro hábito o tendencia de apego y aversión. Estos suceden sólo en el nivel de una mente grosera. Sólo cuando estamos lidiando con lo sensorial, que es muy grosero, y también una mente emocionalmente grosera, allí el apego está completamente presente, la aversión está completamente presente, y estas dos son las semillas que nos atan continuamente y agregan combustible al karma que transcurre. Las apariencias realmente no producen una gran causa. No podemos ir yendo por ahí tratando de corregir los fenómenos. Porque las apariencias de los fenómenos no son realmente lo malvado, el villano. Es el apego, el aferro de la mente la causa de toda miseria. Por ello, en tanto querramos modificar los fenómenos externos, nunca podremos lograrlo. Podemos cambiar diez esposas o esposas, y aún así nunca encontraremos el perfecto. Y si somos budistas aún podemos seguir buscando en la próxima vida. Así que si lo están planeando, ¡buena suerte!. Siempre puede haber una oportunidad.
Este apego, esta mente apegada, desarrolla aversión al final, estas tendencias habituales, estas impresiones habituales que se transforman en el agente, la fórmula del karma. Por tanto el aferro o el apego continúen hay una garantía de karma, por tanto habrá una garantía de renacimiento, envejecimiento, enfermedad, muerte y demás. Ahora, la fuente de estas tendencias habituales, impresión habituales, de aversión, es básicamente la confusión. La incertidumbre. El Bardo, el “espacio intermedio”. La falta de, ausencia de claridad. Ausencia de momento presente. La atención en el momento presente. Así que ahora podemos, ¿cómo decirlo? Chequear en nosotros mismos, reflexionar sobre nosotros mismos ¿Cuántas ocasiones realmente permanecemos en el momento presente? Muy raramente. Muy pocas veces. Esto se denomina destellos de iluminación. No es que la iluminación no ocurre nunca en nuestras vidas para nada, no significa eso. Hay destellos de iluminación sucediendo de tanto en tanto, brevemente. En un sentido último, el objetivo de la iluminación, desde shiné y shamata, a través de vipasana, hasta el ideal de la práctica de un Bodhisatva, a Mahamudra y Dzogchen. Todos los niveles de meditación. El último objetivo de la meditación es hacernos estar presentes, atentos. Estar presentes, estar atentamente conscientes. Cuando estamos mas presentes y atentos, mayor claridad. Mayor claridad, mayor sabiduría; menos confusión, por tanto menos errores. Ahora, por supuesto que intelectualmente es muy sencillo de entender, de alguna manera, así cómo lo estoy explicando muy fácilmente. Muchas veces bromeo sobre esto, todos están iluminados intelectualmente, emocionalmente, todos son unos anormales.
Es sencillo de explicar, fácil de hablarlo, también. Si por hablarlo uno se iluminara, ya estaría iluminado hace tiempo. Y por oírlo uno se iluminaría, probablemente también.
Entonces, la aplicación práctica no será de alguna forma, tan sencilla cómo se supone. También hay muchas cosas inútiles en la vida que no son sencillas. Por ello, algo con sentido es difícil y hay ponerle mayor esfuerzo. Especialmente cuando trabajo con tendencias habituales, es de lo más difícil. Estamos listos para hacer cualquier cosa, en vez de cambiar. Soy capaz de hacer cualquier cosa que pidas, excepto cambiar. Por tanto si quieres que esté dos horas en meditación silenciosa, lo haré. Pídeme que me haga vegetariano, lo haré. Pídeme que camine descalzo, lo haré. Pídeme que no me lave el cabello por un año, y lo haré. Pídeme que haga cien mil postrernaciones, y lo haré. La gente esta dispuesta a hacer un montón de cosas, hacer el Ñungne, irse de retiro, ir a los Himalayas, ir a India, cabalgar un yak, traer algo de excremento de yak seco cómo prueba que estuve en los Himalayas; pero lo último que deseo es cambiar. Todavía soy el mismo. Y el problema es que siendo el mismo, voy envejeciendo.
Ser joven y el mismo, y ser viejo y el mismo, son dos cosas muy distintas. Lamento decir eso. Nada personal. La diferencia en lo mismo es que nos volvemos más testarudos mientras envejecemos. Muy cabeza duras. No muy flexibles. Por es que les digo a las personas cómo cuidar a sus abuelos o padres ancianos. Si desean hacerlo es algo muy bueno, deben hacerlo, pero en primer lugar deben prometer no discutir, aunque digan que el sol se levanta del oeste. Ustedes deben decir, “¡de acuerdo!”. La cuestión es que no los pueden cambiar. Esa es la parte difícil de ser el mismo, que somos más testarudos. Si son budistas sean mas vivaces; envejecer siendo budista significa que están mas cercanos a la luz, luminosidad, sabiduría, compasión, significa que son mas livianos. Ponerse mas alegres. De otra forma, siendo budistas, al ser mas viejos nos ponemos pesados, serios y más extraños. La gente podría decir que antes de convertirse en budista era bastante normal, después cambió. El cambio es algo bueno. Pero se puso extraño.
¡Tan solo estoy bromeando! Por supuesto que es una buena señal si ustedes están cambiando. Todo el propósito de seguir el budismo, las enseñanzas o la meditación, cualquier de las cosas que hagan, es provocar algún tipo de transformación. Al propiciar una transformación estamos, directamente, trabajando con un nivel grosero de la mente. Cuando trabajamos con esto, es cuando un verdadero progreso se lleva a cabo. Entonces, una de las maneras de cambiar los hábitos es descubrir, ver, la futilidad de aferrarse demasiado fuertemente a nuestros conceptos, a nuestros hábitos, a nuestra manera de pensar, a nuestro modo de comportarnos.
En último lugar, cuando mas parecemos estar atados, aferrados a nuestras ideas fijas, básicamente nos muestra que tenemos un muy fuerte sentido de nuestro ego. Por ello es muy lógico, mayor ego, mayor sufrimiento. Muy probablemente nos percatamos de ello demasiado tarde. Algunas veces nos negamos a cambiar, no porque no reconozcamos que el ego era malo, no por ello, sino porque el ego nos produce algún sentido de seguridad. Nos da miedo de soltar el ego. Nos da miedo de lo que nos pasaría, en que me convertiría sin mi ego. Porque éste es toda mi identidad, mi mundo, mi alimento. Por lo tanto, aunque no hubiere placer, aunque no hubiere alegría o regocijo, estaríamos aferrados al sufrimiento. Porque por lo menos a través del dolor, existo. Por lo menos tengo mi dolor. Así que no estoy solo. Esto es faltante de creencia fundamental en nuestra bondad inherente. ¿Puedo estar libre de sufrimiento? ¿Puedo estar sin dolor? Somos muy escépticos sobre esto, no es una pregunta muy cómoda. Por ello, cómo dije en el comienzo, la naturaleza básica fundamental, amante de la paz, amante de la alegría, ésa naturaleza básica, algo que hemos desarrollado cuando confiamos en ella. Esta es un cimiento, una base esencial. Si nos acercamos a nuestro camino cómo siendo fundamentalmente malvados, malos, negativos, y así estuviéramos buscando una transformación completa; este sería un acercamiento erróneo desde el comienzo. Porque no se puede empezar el camino con la base de la negación. Ésta lleva a la culpa. Cuando entramos al camino con una base de negación, entonces a lo largo de éste, cuando sentimos algún tipo de alegría, regocijo, nos sentimos culpables en vez de apreciarlo y disfrutarlo completamente.
¿Se me está permitido estar feliz? ¿Cuánto se me permite ser feliz y por cuanto tiempo?, ¿luego de las 9 p.m. se terminó?
El camino comienza con la aceptación, no con la negación. Por tanto, mientras tengamos la confianza en la bondad básica, la misma cualidad básica que poseemos; aunque que en el camino hallemos dificultades, cómo es lógico, en la vida hay altas y bajas, no abandonamos ese sentido de estabilidad. Entonces, por desarrollar esa confianza, comenzamos a conectar con nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestras sensaciones. Comenzamos a oír a nuestro propio cuerpo, a nuestros sentimientos, nuestras sensaciones, emociones, cosas muy hermosas.
Si no oímos a nuestros propios sentimientos, nuestros propio cuerpo, ¿a quién debiéramos oír entonces? Hay tanta desconexión….
Así es cómo descubrimos, mi cuerpo, que es importante y precioso; mis sentimientos son importantes; mis sensaciones son importantes; mis emociones son importantes, preciosas. Empezamos a ver la importancia de esta vida. Y muy importante es descubrir que esta vida esta sujeta a la impermanencia. Así que hace que nuestra vida es aún mas preciosa, porque es impermanente. No es negativo pensar en la impermanencia.
Algunas personas tienen esta confusión acerca de las enseñanzas budistas sobre la impermanencia que no fomentan o están a favor de la vida. En realidad, lo que el budismo dice es, “tu vida es impermanente, por lo tanto, tu vida es preciosa, así que no te vuelvas loco.”. Algo por el estilo, no lo hagas muy extraño Haz que sea útil, con sentido. ¿Cómo podemos darle sentido y que sea útil? No dependiendo exclusivamente de placer sensorial. Algo más elevado. Ese sentido más elevado de la felicidad, o elevado sentido del propósito desarrolla bondad y compasión. Esas son fuentes elevadas, estas traen estabilidad emocional.
¿Cómo atraer esto? Con diferentes prácticas verdaderas, la meditación es una de ellas.
La mente puede siempre permanecer alocada, pero si las emociones permanecen estables entonces no hay problema.
Lama Sangye: ¿podría dar un ejemplo?
GJR: Un ejemplo muy simple, por mucho tiempo hemos tenido todo tipo de ideas extrañas y locura en nuestra mente, usualmente. La mayor parte de las veces seguimos ese camino emocionalmente y no solamente estamos locos mentalmente, sino también en un nivel emocional. Mental y emocionalmente desequilibrado, cuando estos estados se combinan, perdemos el contacto con la realidad. Por ejemplo, en el calor del enojo, en una situación muy agresiva, muy negativa. En el calor del enojo, si reaccionamos de la misma forma realmente no modifica nada ni alcanza su objetivo, de manera probable. Por tanto, si reaccionamos con una mente mas calma, independientemente de lo loco de la situación, hay mayores posibilidades de alcanzar nuestro objetivo. Es posible que vivamos en un mundo loco, pero podemos permanecer emocionalmente estables. No podemos cambiar el mundo, pero podemos cambiar la forma en que nos relacionamos con el mundo. En el fondo, la gente no hablan de la mente buena, sino del buen corazón, eso es lo que importa. Mente inteligente, mal corazón; o, por ahí tener una mente un poquito mas estúpida con un buen corazón. En estos días, de hecho, es muy difícil encontrar gente estúpida. Todos son listos, al menos es lo que piensan. Podríamos decir, “soy la persona mas inteligente del mundo, se todo, estoy informado sobre todo, lo que sucede en mi vecindario”, sin embargo lo mas importante es tener un corazón, es lo más difícil de lograr.
Creo que un buen corazón es un lenguaje muy entendible, no complicado de comprender. Buen corazón, palabras muy comunes, corrientes.
Bueno, creo que esto es todo. De otro modo empezarán a roncar. Entiendo que es un día laboral y muchos viven lejos. Realmente aprecio su esfuerzo por estar aquí. Mañana espero cubrir la parte principal, que, básicamente, es la continuación de lo que hablamos ayer y tendremos una sesión de preguntas y respuestas. Por favor, hagamos juntos una dedicación para terminar.
¡Buenas noches, hasta mañana ¡